domingo, 2 de enero de 2011

GUÍA "ADOPTO MI RÍO"

Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales
–AMASURLI-
                                                
Proyecto
“Salvemos el río Cahabón”
Guía “Adopto mi río”

                                                                                                                                         Escrita por:
Mario Morales
mario.morales.a@gmail.com
Asesor del MARN

Vo.Bo. 
Dr. Luís Zurita Tablada
Viceministro de Ambiente del MARN


La Guía “Adopto mi río”  es un aporte del MARN-AMASURLI para las instituciones gubernamentales, municipalidades, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

Proyecto “Salvemos el río Cahabón”
Guía “Adopto mi río”

La población tanto urbana como rural de los municipios de la subcuenca del Río Cahabón: Purulhá, Tactí, San Cristóbal Verapaz, Santa Cruz Verapaz, Cobán, San Juan Chamelco, San Pedro Carcha, Senahú, Lanquín, Santa María Cahabón y Panzos, y así también las empresas e industrias del municipio, han adaptado el medio fluvial a todas y cada una de sus necesidades. El período que atravesamos en la actualidad coincide con el aumento de la demanda de agua, la invasión de los cauces por cultivos, deforestación y construcciones, y la modificación de sus cursos naturales.

Uno de los resultados del Proyecto “Salvemos el río Cahabón” ha sido que la población de dicha subcuenca cada día se vuelve más consciente de la situación de contaminación y deforestación en que se encuentra la subcuenca.  La contaminación de sus aguas es su principal problema medioambiental. Esta preocupación refleja un cambio de actitud de la población estudiantil, que además de exigir a las municipalidades e instituciones gubernamentales una solución, piden poder ser parte activa en la recuperación del ambiente.

En la subcuenca Río Cahabón, las municipalidades que han iniciado reuniones para buscar alternativas de mitigación y enfrentar dicha problemática son las de San Pedro Carchá, San Juan Chamelco y Cobán.  Estas municipalidades han tomado la iniciativa y están trabajando para que se puedan sumar las 8 municipalidades restantes de la subcuenca al Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

Desde el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales MARN-AMASURLI, que propone la Guía “Adopto mi río”, iniciativa que nació en el Segundo Encuentro Estudiantil con centros educativos del nivel básico y telesecundarias de los municipios de la subcuenca, el cual fue realizado en el 2009 por el MARN con apoyo de la Dirección Departamental del Ministerio de Educación, la Municipalidad de San Pedro Carchá y Asociación ASDEICA, con el objetivo de que “Salvemos el río Cahabón”. El MARN pretende con esta guía una gestión eficaz y sostenible de los recursos, que pretende devolver, en la medida de lo posible, a su estado natural al río Cahabón y sus afluentes.

La Guía “Adopto mi río” es una herramienta útil para la realización de acciones concretas, en una primera fase, por parte de estudiantes de los niveles educativos primario, básico y  diversificado y en una segunda fase, municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias, quienes con apoyo de las municipalidades de la subcuenca, pondrán en práctica esta guía y desarrollarán el Proyecto “Salvemos río Cahabón”.

Se trata de una apuesta fuerte del MARN-AMASURLI, que considera que la promoción de acciones en el entorno es un instrumento clave, a la hora de preservar y mejorar el río Cahabón y sus afluentes, y como estrategia de educación ambiental. Creemos que esta metodología es una de las formas más completas de participación social en defensa del medio y posibilita, a su vez, un cambio de actitud y comportamiento de los propios estudiantes, municipalidades y de toda la población.

En definitiva, el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” busca aunar esfuerzos con municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias para devolver a la subcuenca lo que era suyo: su espacio, su vegetación, su agua, su vida. Se trata de recuperar su valor ecológico y cultural, de devolvérselo al río Cahabón, a sus afluentes y a la población, para que las generaciones futuras puedan disfrutar de la riqueza de este medio fluvial.


Subcuenca Río Cahabón

Los ecosistemas de agua dulce son los que han soportado una mayor destrucción por la mano del hombre. Tenemos que reconocer que se ha perdido un gran porcentaje de la biodiversidad de los ecosistemas de agua dulce, y que la fragmentación y regulación del caudal de los sistemas fluviales en nuestro ámbito afecta totalmente a la subcuenca Río Cahabón. Se considera que en los municipios de esta subcuenca, al igual que en el resto del país se sufre mucho, pues no contamos, ni gozamos del vital líquido: agua potable, únicamente entubada, y que cada día estamos contaminando el agua, sin darnos cuenta que estamos afectando la salud de toda la población.

El río Cahabón y sus 50 afluentes están en agonía a manos del cambio climático, la contaminación con  desagües y basura que la población vierte en estos y no digamos la deforestación severa y el cambio de uso de la tierra. La situación de la subcuenca Río Cahabón simboliza la crisis global del agua dulce, como empieza a suceder con el cambio climático. Se espera que si la población admite el problema y las municipalidades den una respuesta contundente y coordinada, lleguemos a mitigar la destrucción de nuestro recurso agua.

El río Cahabón y sus afluentes están amenazados. Definitivamente, hemos perdido el afecto al río, no podemos consentir que el agua se pierda, debemos protegerlos. Por eso, necesitamos un cambio en la forma de gestionar el agua y de intervenir en el río Cahabón y sus afluentes, que pasa necesariamente por hacer una importante inversión en la restauración y la participación de todos los interesados, no sólo de los usuarios, para lograr su buen estado de conservación.
En este marco, el hecho de que el MARN-AMASURLI impulsen la Guía “Adopto mi río”, contemplando el voluntariado como una de la principales herramientas para la restauración del río Cahabón y sus afluentes, es un paso muy importante, como  un proceso abierto y participativo, donde toda la población sea implicada de algún modo con lo que sucede en nuestros ríos.  

Con la Guía “Adopto mi río”, se presentan los principios para desarrollar buenas prácticas de voluntariado ambiental en las laderas del río Cahabón y sus afluentes, con el objetivo de conservar y mejorar su patrimonio natural y cultural, promover la participación comunitaria y fomentar la sensibilización sobre los valores socioambientales de la subcuenca Río Cahabón.

Para el MARN, el desarrollo de programas exitosos de Voluntariado Ambiental es una pieza clave para lograr que municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias puedan participar en la gestión y conservación de sus ríos, y para que todos volvamos a sentir el río Cahabón como algo propio; pero sobre todo, conseguir recuperar algo que hemos perdido: el respeto, el amor y el disfrute de nuestros ríos.

Proyecto “Salvemos el río Cahabón”
Guía “Adopto mi río”
Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales “MARN”
Autoridad para el manejo sustentable de la Cuenca
Hidrográfica del Lago de Izabal y Río Dulce “AMASURLI”

INDICE                                                                                                                 
1.    Presentación                                                                                                    

2.    Objetivos Guía “Adopto mi río”                                                                       

3.    A quién se dirige la Guía “Adopto mi río”                                                 
3.1. Otros actores a tener en cuenta a la hora de desarrollar el                       
 Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

4.    Antecedentes                                                                                          
       ¿Por qué es necesaria la Guía “Adopto mi río”?

5.    Cómo utilizar la Guía “Adopto mi río” y su estructura                                 
5.1. Aspectos Principales de la Guía “Adopto mi río”

6.    La intervención del voluntariado                                                                   
6.1. Pasos a seguir
6.1.1.  Etapa de diseño de la intervención
6.1.1.1. ¿Dónde y por qué?
6.1.2. Algunos consejos para hacer estudio de subcuenca Río Cahabón     
6.1.3.  Lista de comprobación                                                                             
6.1.4. ¿Qué vamos a hacer?                                                                                
6.1.4.1. Aspectos a tomar en cuenta al definir los objetivos
6.1.5.  Aspectos claves para saber si hemos definido bien indicadores        
6.1.6. ¿Qué vamos a hacer? Tipología de actuaciones                                    
6.1.6.1.  Actividades de Diagnóstico y Evaluación
6.1.6.2.  Tareas en las que podemos implicar a voluntarios/voluntaria
6.1.6.3.  Actividades de Conservación y Mejora                                                 
6.1.6.4.  Actividades que se pueden plantear
6.1.6.5.  Actividades de Información y Sensibilización                                        
6.1.6.5.1. Actividades que se pueden plantear en esta línea
6.1.6.6.  Actividades de restauración del patrimonio y de Uso Público
6.1.6.7. Actividades concretas en las que se pueden implicar a                        
            Voluntarios/voluntarias.

6.2.      Recursos Necesarios                                                                                   
6.2.1. ¿Con qué vamos a realizar la intervención?
6.2.2. Una lista orientativa puede ser:
6.2.3. Algunos aspectos que no debemos olvidar en el                                       
          Presupuesto:
6.2.4. Principales fuentes de financiación más frecuentes
6.2.4.1. Financiación propia
6.2.4.2. Subvenciones
6.2.4.3. Patrocinios                                                                                                   
6.2.4.4. Acuerdos Voluntarios
6.2.4.5. Transparencia en la ejecución del gasto                                                  
          ¿Con quién se va a realizar?
6.2.5. Equipo humano del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”                         
6.2.6. Coordinación y colaboraciones externas                                                    
6.2.6.1. Puntos a tener en cuenta para la coordinación con otras instancias o
             Personas

6.3.     Manos a la obra                                                                                             
6.3.1. Autorizaciones y comunicaciones
6.3.1.1. Los pasos a dar
6.3.1.2. Será necesario solicitar autorización de la Municipalidad
6.3.2. Preparar la logística y organizar la actividad                                              
6.3.2.1. Pistas para mejorar la realización de las actividades sobre el terreno
6.3.3. Algunas recomendaciones para un correcto seguimiento y evaluación  
6.3.3.1. A corto plazo
6.3.3.2. A largo plazo

6.4.        Seguimiento y evaluación de la intervención                                               
6.4.1. Pistas para mejorar la realización de las actividades sobre el terreno
6.4.2. Seguimiento del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

6.5.        Listado de comprobación                                                                              
6.5.1.    En la Planificación
6.5.2.    Para la puesta en marcha
6.5.3.    Manos a la obra                                                                                             
6.5.4.    Para la evaluación y el seguimiento

7. La gestión de voluntarios/voluntarias                                                                  
7.1. Elegir el modelo de voluntariado ambiental

7.2. En función de la fórmula organizativa                                                              
7.2.1. Red estable de voluntarios/voluntarias
7.2.2. Proyectos locales de voluntariado ambiental

7.3. ¿Cómo hacer una gestión de calidad del voluntariado del proyecto?       
7.3.1. Captación de los voluntarios y las voluntarias                                             
7.3.2. La importancia de conocer las expectativas y acordar un compromiso
7.3.3. Quién interviene                                                                                              
7.3.4. Ideas clave y recomendaciones
7.3.5. Herramientas                                                                                                   

7.3.6. Formación de los voluntarios y voluntarias                                                  
7.3.7. Algunas recomendaciones para definir el plan de formación:
7.3.8. Quién interviene                                                                                              

7.3.9. Ideas clave y recomendaciones
7.3.9.1. La formación inicial tiene que:
7.3.9.2. La formación continua deberá ser:
7.3.9.3. Herramientas                                                                                                

7.4. Realización de las actuaciones con voluntarios/voluntarias
7.4.1. Intervienen
7.4.2. Ideas clave
7.4.3. Recomendaciones                                                                                         
7.4.4. La Motivación de voluntarios/voluntarias                                                      
7.4.4.1. Reconocimiento y certificación                                                                  
7.4.4.2. Intervienen
7.4.4.3. Ideas clave
7.4.4.4. Herramientas

7.4.5. El MARN-AMASURLI y el voluntario que desvincula                                   
7.4.5.1. Interviene
7.4.5.2. Ideas Clave
7.4.5.3. Herramientas
7.4.5.4. Constantes

7.4.6. La evaluación con voluntarios/voluntarias
7.4.6.1. Ideas clave
7.4.7. Recomendaciones finales                                                                              
7.4.8. Algunos aspectos a valorar con voluntarios/voluntarias
7.4.8.1. Herramientas                                                                                                
7.4.9.    La persona interesada se convierte en voluntario/voluntario

8. Delimitación del área del río Cahabón o afluente a restaurar                          
8.1. Otros conceptos a tener en cuenta
8.1.1.    Riberas:
8.1.2.    Márgenes:
8.1.2.1.        Zona de servidumbre.
8.1.2.2.        Zona protegida.

9. Definiciones de interés                                                                                         
9.1. Ecosistema fluvial
9.2. Medio Ripario significa
9.3. Restauración Fluvial

10. Recomendaciones finales                                                                                  

11. Bibliografía                                                                                                           


  1. Presentación

Cuando vamos pasando por la carretera desde Purulhá hasta San Pedro Carchá, observamos como a la orilla del río Cahabón, se han asentado los pobladores y muchas actividades agrícolas, ganadería, aserraderos y otras se desarrollan. Desde el punto de vista de la biodiversidad, este río representa verdaderas arterias de vida y mantiene una gran riqueza biológica. Además, los ecosistemas fluviales constituyen corredores ecológicos naturales que facilitan los movimientos de la fauna y la flora.

Y son precisamente estos ecosistemas fluviales los que han sufrido una regresión más acelerada de su extensión y calidad en los últimos años, con el consiguiente perjuicio para los hábitats y especies que acogen, afectando significativamente la subcuenca Río Cahabón.  Las actividades de conservación y recuperación de sus afluentes deben ser actividades esenciales para que “Salvemos el río Cahabón”

La participación de toda la población organizada y no de la subcuenca Río Cahabón, no sólo usuarios, es necesaria para lograr el objetivo de recuperarlo. De hecho, esta reflexión inspira al MARN, que otorga un papel clave a la participación para recuperar este río, sus afluentes y riberas; y con ellos, nuestra fuente y garantía de agua. Sólo si entre todos nos preocupamos por el estado del río Cahabón, sus afluentes y riberas, podemos afrontar de forma coordinada su conservación y restauración.

Inspirado en estos principios, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales,  impulsa la Guía “Adopto mi río”, que contempla el voluntariado como una herramienta válida para la participación activa de las comunidades en la restauración del río Cahabón y sus afluentes.

Otras experiencias han demostrado que través del voluntariado se puede contribuir a que la comunidad en general y las personas cuya vida gira más directamente en torno al río Cahabón, se impliquen en tareas directas de mejora y conservación del hábitat fluvial, poniendo en valor los beneficios de dicho río.

¿Qué utilidad tiene la Guía “Adopto mi río”?

Sin duda lo más útil que aporta esta guía es la aplicación de la metodología de trabajo con el voluntariado.


2. Objetivos

En la Guía “Adopto mi río”,  se presentan los principios metodológicos para desarrollar buenas prácticas de voluntariado ambiental en las laderas del río Cahabón y sus afluentes. Cómo realizar un análisis, diseño, ejecución, difusión, seguimiento y evaluación de su implementación.


La Guía “Adopto mi río” aporta recomendaciones y sugerencias para:

  1. Conservar y mejorar el patrimonio natural y cultural del río Cahabón y sus afluentes, en el marco de un desarrollo sostenible.

  1. Promover la participación de las comunidades a través de las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias para el conocimiento, diagnóstico y mejora del río Cahabón y sus afluentes.

  1. Fomentar la coordinación entre el voluntariado.

  1. Sensibilizar a la población de la subcuenca Río Cahabón, sobre sus valores socioambientales.


3. A quién se dirige la Guía “Adopto mi río”
   
La Guía “Adopto mi río”, está dirigida a: municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias que quieran sumarse voluntariamente a esta gran tarea de restauración y conservación del río Cahabón y sus afluentes.

3.1.        Otros actores a tener en cuenta a la hora de desarrollar el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”, sobre todo en relación con la intervención:

  1. Es importante tomar en cuenta a los comunitarios, vecinos de la subcuenca río Cahabón, quienes serán los que se beneficiarán de los resultados. Es necesario que ellos y ellas se suman como voluntarios/voluntarias, para que con los resultados ha conseguir, se cuente con ellos periódicamente para que estén implicados de manera permanente.

  1. También se deben tomar en cuenta a aquellos que puedan tener intereses contrarios con los objetivos del proyecto y los resultados o que, por ejemplo, estén directamente implicados en un conflicto social en relación con el problema sobre el que se actuará. Hay que conocer el conflicto y tratar de suavizarlo utilizando distintas herramientas. Un buen diagnóstico, como luego se detallará, y algunas herramientas de resolución de conflictos ayudarán en este sentido.

  1. Los Alcaldes Municipales y los Concejos deben estar lo suficientemente conscientes de la importancia de restauración y conservación del río Cahabón y sus afluentes. Tendrán que emitir acuerdos municipales que faciliten la intervención de la instancia o instancias que trabajarán en el proyecto “Salvemos el río Cahabón” como voluntarios/voluntarias, pues se considera que podrían darse algunos problemas, sobre todo de aquellos que se han adueñado de sus laderas o han desviado sus aguas.


4. Antecedentes
   ¿Por qué es necesaria la Guía “Adopto mi río”?

En la actualidad se ha asumido la necesidad de incorporar procesos participativos en la gestión, restauración y conservación de los ecosistemas fluviales, y el voluntariado ambiental se entiende como una de las formas más activas de participación para contribuir a ello. Así, existen distintos procesos participativos que acercan a la comunidad a la gestión de los ecosistemas fluviales mediante la consolidación de grupos de trabajo permanentes o no, acciones voluntarias de mejora, y sobre todo la importancia que tiene que la comunidad participe para mitigar el cambio climático, ya no continuar dañándolo y que podamos dejar las bases para una mayor convivencia amigable con la naturaleza.

Los objetivos de la Guía “Adopto mi río”  y la puesta en marcha de la restauración y conservación del río Cahabón y sus afluentes, motivará al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales a impulsar otros programas de voluntariado en la restauración y conservación de los ríos de Guatemala.


5. Cómo utilizar la Guía “Adopto mi río”  y su estructura

La Guía “Adopto mi río”  es una fuente de ideas para trabajar con municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias de las comunidades de la subcuenca Río Cahabón del departamento de Alta Verapaz y otras cuencas de Guatemala, que quieran sumarse a esta gran causa ambiental. Se quiere desarrollar el voluntariado para la restauración y conservación del río Cahabón y sus afluentes.

La Guía “Adopto mi río” nos permitirá implementar buenas prácticas ambientales, a través de un diseño que nos facilitará la ejecución y seguimiento con el voluntariado a desarrollase en principio con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y la Autoridad para el manejo sustentable de la Cuenca Hidrográfica del Lago de Izabal y Río Dulce “AMASURLI”.  En definitiva, esta guía debería guiarnos hacia mejores prácticas de voluntariado ambiental en la conservación de hábitat fluviales.


5.1. Aspectos Principales de la Guía “Adopto mi río”

Para el desarrollo de la Guía “Adopto mi río”   es necesario tomar en cuenta dos aspectos principales, uno es la intervención y el otro la gestión del voluntariado.
                                             
  1. En el primer aspecto se debe trabajar desde la fase del diseño de la intervención, siguiendo por la puesta en marcha y desarrollo, para finalizar  el seguimiento y la evaluación de la intervención.

  1. En el segundo se deben recoger todos aquellos aspectos a tener en cuenta a la hora de gestionar a voluntarios/voluntarias que se impliquen en el proyecto “Salvemos el río Cahabón”, comenzando por la captación, siguiendo con la motivación y capacitación, el seguimiento en la realización de las actividades y, por último, con la desvinculación del voluntario del proyecto.

c.     En cada caso se debe realizar una lista de comprobación que nos ayude a asegurarnos que se cumplan los requisitos mínimos para asegurar el éxito del Proyecto “Salvemos el río Cahabón” a través del voluntariado.
6. La intervención del voluntariado

El voluntariado ambiental en el río Cahabón y sus afluentes ha de tener unos objetivos claros de conservación y tener muy bien definida la intervención que se realizará para su restauración.


6.1. Pasos a seguir

  1. Diseñar el voluntariado ambiental en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”, tomando en cuenta el ecosistema fluvial.

  1. Programar y realizar actividades con las personas voluntarias  que contemplen objetivos de conservación y sensibilización en el río Cahabón y sus afluentes. Se tomarán en cuenta a personas de las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias.

  1. Evaluar a través de un seguimiento continuo las actividades y sus resultados de participación y sensibilización del voluntario o voluntaria, así como de otras personas que vivan en el entorno donde se actuará.


6.1.1.  Etapa de diseño de la intervención

Es una etapa fundamental, que garantiza el éxito de involucrar al voluntariado en cuanto a conservación y participación.  Vayamos paso a paso en esta etapa:


6.1.1.1. ¿Dónde y por qué?

El primer paso para un buen diseño del Voluntariado Ambiental en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”  es tener claro dónde vamos a actuar y por qué.

Esto implica tener una visión de la subcuenca Río Cahabón, en su ámbito más inmediato al tramo donde vamos a actuar, entender el funcionamiento de la vertiente de la subcuenca. Cuáles son sus problemas ambientales, si existen o pueden existir conflictos de intereses por parte de los vecinos que se encuentran a la orilla del río y sus afluentes. Identificar los valores ambientales en las áreas de intervención potencialmente bien conservadas, etc. Otro aspecto de esta visión es conocer si se han realizado o si se están realizando actuaciones de restauración en la subcuenca, en áreas próximas o equivalentes; quién las está haciendo, para complementar y/o coordinarnos con las mismas, detectar aliados, etc.

Para planificar nuestra intervención, es importante hacer un esfuerzo por tener un diagnóstico tanto ambiental como social del área de la subcuenca en la que vamos a actuar. El diagnóstico nos permitirá darle coherencia al proyecto. Para ello es importante involucrar a los equipos técnicos de la municipalidad y demás instituciones participantes. Para la localización de las áreas de intervención es conveniente tener en cuenta desde el principio una buena definición de los accesos, ya que cuando empecemos las actividades tendremos que llevar a  voluntarios/voluntarias a las áreas identificadas.

El siguiente paso sería justificar bien por qué es necesaria nuestra intervención, señalando los problemas ambientales sobre los que se pretende actuar y describiendo de forma genérica el estado futuro deseado para el tramo de actuación. Podemos diagramar un mapa, dibujando como está cada área a intervenir por un grupo y como tendría que restaurarse, es importante tomar en cuenta a voluntarios/voluntarias para que participen en su elaboración.
6.1.2. Algunos consejos para hacer el estudio de la subcuenca Río Cahabón:


  1. Nos podemos valer de otros estudios de la subcuenca que ya se hayan realizado sobre presiones e impactos que nos pueden facilitar información,  inclusive les podemos invitar para que nos den una charla.


  1. Consultas bibliográficas, ver si existen publicaciones de estudios e informes sobre la subcuenca Río Cahabón.


  1. También es importante contar con la población local, haciendo consultas a agentes clave, recogiendo la memoria histórica del río Cahabón y sobre cada uno de sus afluentes. De esta manera conseguiremos además una mayor receptividad para implicarles en el proyecto más adelante.


  1. Es indispensable consultar a la Municipalidad, CONAP, INAB y MAGA acerca de la historia y condiciones del tramo, tratando de recabar información sobre el origen y las causas de los problemas actuales, su interpretación sobre los mismos, etc.


  1. Una vez que se tiene toda la información recopilada es aconsejable contrastarla con una visita al tramo del río Cahabón o afluente a restaurar, de preferencia cuando ya esté organizado el grupo de voluntarios/ voluntarias responsables del tramo de cual se trate.

Con toda la información recogida ya se conocerá el problema sobre el que se va actuar y se habrán definido adecuadamente la localización de la intervención, habiéndonos basado en estudios y otras herramientas de recogida de información. Tendremos claro que hay un problema sobre el que la acción voluntaria puede actuar para obtener resultados de restauración, conservación y participación.

6.1.3. Lista de comprobación
Sabremos definir nuestra visión y detectar el
problema sobre el que actuar una vez que:

-       Recogimos la información.

-       Realizamos un diagnóstico previo de problemas que justifique la actuación, y se conozcan los condicionantes estructurales que podrían afectar a nuestra intervención, como por ejemplo la existencia de una regulación aguas arriba, la existencia de prácticas agrícolas o ganaderas tradicionales, etc.

-       Tengamos un conocimiento integral del lugar.

-       Realizamos los estudios específicos necesarios.

-       Analizamos otras acciones similares.

-       Fomentamos la realización de consultas sociales o diagnósticos comunitarios para contar con la percepción de la población del entorno y con las instituciones Municipalidad, MAGA, CONAP e INAB.

6.1. 4. ¿Qué vamos a hacer?

Es importante saber qué es lo que se desea conseguir, invertir el tiempo y los recursos necesarios en una buena planificación para asegurarnos la coherencia con los objetivos planteados en la intervención. Este proyecto tendrá una planificación más estratégica con sus objetivos y metas a conseguir, y otra más operativa que consistirá en definir las actividades a desarrollar con sus tareas.


6.1.4.1. Aspectos a tomar en cuenta al definir los objetivos. Estos deben ser:

-       Claros y comprensibles.
-       Realistas y alcanzables.
-       Motivadores, que inspiren a la acción.
-       Evaluables y medibles.
-       Con fecha de cumplimiento.


La parte de planificación más operativa nos remite, como se ha mencionado, a la definición de las actividades y tareas específicas para cada una de ellas, y para ello en el siguiente punto se dan algunas ideas sobre la tipología de actividades que pueden realizar voluntarios/voluntarias.

Secuenciar las acciones temporalmente en el proyecto mirando a corto, mediano y largo plazo es otro de los puntos a tomar en cuenta en la planificación. Para facilitarnos esta tarea existen recursos de tipo gráfico como son los cronogramas, etc. Serán útiles para poder visualizar y controlar el conjunto de las actividades.

Otro aspecto importante a la hora de definir el proyecto de la intervención es la definición de indicadores para evaluar la misma. Estos deben ser cualitativos y cuantitativos.

Los indicadores nos permiten saber si hemos cumplido con los objetivos que nos hemos planteado, valorar el grado, la cantidad o el alcance de resultados obtenidos. (Este aspecto se tratará cuando hablemos de la evaluación)

6.1.5. Algunos aspectos claves para saber si hemos definido bien los indicadores:

-       Deben medir efectivamente los resultados.
-       Deben estar disponibles o ser fáciles de implantar.
-       Deben ser sencillos, directos, inteligibles con un vistazo.
-       Deben ser varios para cada objetivo de naturaleza cualitativa.


Habrá indicadores que midan la cantidad (por ejemplo, cuántos metros de ladera hemos mejorado, cuántos voluntarios/voluntarias hemos implicado en las actividades...); la calidad (en qué grado de perfección hemos conseguido cumplir los objetivos de restauración de la actuación); de tiempo (en cuánto tiempo, si hemos cumplido los plazos...); y de coste (la inversión de recursos humanos y económicos que hemos necesitado).

Las actuaciones deben perseguir objetivos de conservación y restauración, así como de sensibilización y divulgación, para conseguir calar en las comunidades con el mensaje.

De poco servirá recuperar un ecosistema degradado si no sensibilizamos sobre la importancia que tiene el conservarlo, informamos al mismo tiempo, sobre los problemas que lo amenazan e invitamos a participar a las comunidades en el Proyecto. Otro aspecto interesante es dar cabida a voluntarios/voluntarias a la hora de definir los objetivos y las actividades que se planteen.

Para definir la restauración del río Cahabón y sus afluentes es esencial recoger toda la información necesaria para un diagnóstico ambiental y social de la subcuenca.

Además de técnicos de las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias de la subcuenca, es interesante consultar a la población local.

6.1.6. ¿Qué vamos a hacer?
          Tipología de actuaciones

Las intervenciones en el espacio fluvial abren un abanico muy amplio en cuanto a la tipología de actividades a realizar. La siguiente relación de actividades que se proponen se ha definido teniendo siempre en cuenta que serán actividades a desarrollar por personas voluntarias. A continuación encontrarán una clasificación de los tipos de actividades, con su objetivo general y una breve descripción, así como una relación de ideas sobre las tareas a desarrollar.


6.1.6.1.  Actividades de Diagnóstico y Evaluación

Establecer un diagnóstico del estado del medio sobre el que vamos a actuar permitirá definir posibles actuaciones y prioridades para futuras intervenciones en la subcuenca. Además son resultados muy comunicables por lo que una vez difundidos tendrán gran impacto social y un carácter reivindicativo.


6.1.6.2. Las tareas en las que podemos implicar a voluntarios/voluntarias son:

-       Encuestas para el diagnóstico entre la población teniendo en cuenta a todos los sectores interesados de las comunidades del municipio y tramo del río Cahabón o afluente a intervenir.
-       Identificación de presiones e impactos pasados, presentes y futuros.
-       Comunicación de posibles infracciones a quienes estén usurpando las laderas del río Cahabón y sus afluentes. Lo que se recomienda en este punto es que el Coordinador del Proyecto “Salvemos el río Cahabón” sea quien canalice la comunicación con las municipalidades, solicitando información y contrastando bien las informaciones antes de dar cualquier paso.
-       Identificación de posibles tramos a deslindar, en coordinación con la municipalidad, que será en última instancia, quien inicie el trámite de deslinde.
-       Identificación y suministro de información de tramos fluviales con problemática ligada a actuaciones de erosión (independiente del clima) sobre la cual no se disponga de informes por su reciente ocurrencia, difícil acceso, etc.
-       Valoración del estado del río Cahabón y sus afluentes a intervenir con la recogida de datos y muestras.

6.1.6.3.  Actividades de conservación y mejora
   Conservar y recuperar el ecosistema fluvial.

Se trata de actuaciones de restauración de procesos y de estructura. Tienen un importante nivel de organización y hay que ser muy cuidadosos ya que suponen una acción directa sobre el medio natural. Para ver los resultados se necesita de un amplio margen de tiempo y realizar las pertinentes actividades de seguimiento y evaluación.

Es especialmente importante, a la hora de definir este tipo de actividades, el tener un enfoque local sin perder la visión global de la que hemos hablado anteriormente. Además, es interesante tener como referencia esta Guía Metodológica para la elaboración del proyecto de restauración del río Cahabón y sus afluentes.

6.1.6.4. Las actividades que se pueden plantear

-       Mejora de las formaciones vegetales (revegetación, medidas para favorecer el regenerado natural, etc.), pero siempre dentro de un proyecto de restauración ecológica donde se tenga una visión ecosistémica o enmarcada dentro de una planificación de restauración fluvial a escala de río o de subcuenca.
-       Seguimiento de la biodiversidad.
-       Identificación y control de especies de flora y fauna alóctonas invasoras. (las que no son originarias del territorio en el que se encuentran)
-       Actividades de mejora de hábitats para favorecer la recolonización de especies autóctonas (construcción de refugios, rehabilitación de frezaderos: lugar para peces, etc.).
-       Reducción de procesos que cambien o alteren la dinámica fluvial, como por ejemplo la retirada de elementos, sin variar la heterogeneidad natural del cauce.
-       Colaboración en la recuperación de fauna autóctona siempre y cuando se haga en coordinación con proyectos técnicos de mejora de poblaciones no destinadas a la extracción. Antes de plantearse una actuación de este tipo es imprescindible conocer los planes de recuperación de las especies con las que nos planteamos trabajar, así como hacer un estudio previo de porqué no está esta especie, tanto desde el punto de vista técnico como de las expectativas de voluntarios/voluntarias, ya que si los motivos por los que esa especie ha desaparecido del río siguen existiendo, las actuaciones están destinadas al fracaso y se pone en juego la motivación del propio voluntario.
-       Limpiezas de residuos.

Voluntarios y Voluntarias
En una actividad de recuperación de la vegetación en la ribera del río Cahabón
                                                          y sus afluentes, para proteger las plantas. 

6.1.6.5. Actividades de Información y Sensibilización
                                                                                            
Implicar como actores clave a las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas de las comunidades, mediante el conocimiento, la valoración y la acción directa, en la conservación de los ecosistemas fluviales y sensibilizarles en la importancia de la participación será el éxito de este proyecto. Este tipo de actividades son fundamentales para que la intervención llegue más allá de la propia subcuenca Río Cahabón y tenga un impacto positivo en las poblaciones cercanas u otros grupos de interés. Además, es interesante utilizar algunas herramientas de comunicación, apoyándonos si es posible en los medios de comunicación masivos municipal, departamental o nacional.


6.1.6.5.1. Actividades que se pueden plantear en esta línea

-       Campañas de sensibilización sobre un uso racional y sostenible del agua.
-       Actividades de interpretación y de educación ambiental (senderos guiados, visitas a las laderas del río Cahabón y afluentes de intervención como ejemplos demostrativos, talleres formativos con actores clave, exposiciones, formación mediante talleres a otros actores implicados como los usuarios, etc.).
-       Actividades de investigación social (encuestas, observatorios, etc.).
-       Información y sensibilización sobre los valores de los sistemas fluviales y la necesidad de conservarlos.
-       La difusión del Proyecto “Salvemos el río Cahabón” realizado con el voluntariado, es en sí una forma de informar y sensibilizar.


6.1.6.6. Actividades de restauración del patrimonio y de uso público

Acercar a los comunitarios al río Cahabón y sus afluentes, y poner en valor el patrimonio histórico cultural, así como recuperar dicho patrimonio.

Se trata de actuaciones sobre el patrimonio histórico cultural. Es importante contar con mucha información y asesoramiento previo, teniendo siempre en cuenta la calificación del elemento a restaurar. Este tipo de actividades suelen resultar atractivas para las comunidades locales debido al impacto sobre la memoria colectiva.



6.1.6.7. Actividades concretas en las que se pueden implicar a
             Voluntarios/voluntarias


-       Recuperación y/o creación de senderos siguiendo las pautas elaboradas dentro de un proyecto de restauración integral del tramo fluvial correspondiente.

-       Participación en la detección de necesidades de elementos de interpretación y señalización, así como participación en la elaboración de contenidos.

-       Investigación y recuperación del patrimonio histórico cultural, material y no material.

-       Pequeñas obras de infraestructura de uso público dentro de las medidas acordadas en la gestión ambiental del río Cahabón y sus afluentes.

-       Vigilancia y prevención de un uso del patrimonio hidráulico compatible con la conservación.

6.2.     Recursos Necesarios

6.2.1. ¿Con qué vamos a realizar la intervención?

Este apartado trata de ayudar a definir los recursos económicos, materiales y herramientas que vamos a usar, así como las diferentes opciones de financiación que podemos buscar.

Los recursos materiales y herramientas que necesitaremos para realizar nuestra intervención son un punto importante a tener en cuenta para evitar prisas e improvisaciones de última hora. Según los diferentes tipos de actividades planteadas se nos presentarán unas u otras necesidades.


6.2.2. Una lista orientativa puede ser

-       Instalaciones de coordinación y campamento base.
-       Material fungible de oficina.
-       Equipos técnicos (kit de análisis de aguas, GPS, etc.)
-       Herramientas para las actividades sobre el terreno.
-       Transporte hasta las áreas de actuación, tanto de voluntarios como de material.
-       Trabajos previos a la intervención de voluntarios/voluntarias con maquinaria y otros tratamientos, etc.
-       Materiales de seguridad de voluntarios/voluntarias. (guantes, botas, capas, etc.)

En cuanto a los recursos económicos, tendremos que hacer una valoración económica de cuánto nos va costar realizar el proyecto. Una vez que conozcamos las necesidades del programa a nivel de recursos materiales y humanos habrá que estimar los recursos económicos que necesitaremos y elaborar un presupuesto de programa para ponerlo en marcha.

Se puede montar una feria del voluntariado.
Este tipo de eventos servirán para divulgar El Proyecto “Salvemos el río Cahabón” a través del voluntariado, además de ser una oportunidad de captación de fondos a través de venta de artículos promocionales, cómo gorras, playeras, etc., para ello es necesario tener la colaboración de una asociación local.

6.2.3. Algunos aspectos que no debemos olvidar en el presupuesto

-       Los costes derivados de la gestión de las personas voluntarias (gastos de desplazamiento, agua, comidas o refacciones y alojamiento si fuera necesario).
-       Partidas presupuestarias para las fases de diseño, ejecución, seguimiento y evaluación; y para recursos humanos, así como para aquellas actividades de mantenimiento de las actuaciones como pueden ser la reposición de marras o revisión de protecciones en casos de plantaciones, es decir: Es un trabajo de mantenimiento de reforestaciones que consiste en la substitución de los árboles muertos por otros vivos etc.
-       El presupuesto estará, además, en constante revisión.

Cuando lo tengamos claro, veremos con qué lo vamos a costear y cómo podemos conseguir fondos para su financiación. Debemos intentar que la financiación esté asegurada a lo largo de todo el proyecto firmando convenios a corto, medio y largo plazo entre el MARN y otras entidades financiadoras (municipalidad, MAGA, INAB, CONAP y otras entidades públicas, organismos internacionales, empresas, etc.)


6.2.4. Principales fuentes de financiación más frecuentes

6.2.4.1. Financiación propia
Con fondos propios del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, de las municipalidades y recursos propios de las universidades, asociaciones y grupos participantes, quienes podrán obtener ingresos por actividades de recaudación de fondos, loterías, rifas, bingos, etc. o bien por prestación de servicios como ventas de artículos, comida, etc.

6.2.4.2. Subvenciones
Se pueden conseguir desde varias instancias, servicios o entidades de la administración pública estatal, municipal o local. Es importante estar atento a los financiamientos que tengan los organismos nacionales e internaciones y a las fechas límite para la presentación de solicitudes. Las subvenciones pueden ser concedidas a la asociación solicitante o a los proyectos en sí mismos que se puedan presentar. Como muchas subvenciones tienen una duración limitada a un año, se puede conseguir la financiación a más años vista a través de convenios, etc.

6.2.4.3. Patrocinios
En la actualidad, la responsabilidad social empresarial está cobrando cada vez más importancia y va teniendo un mayor calado en el sector empresarial guatemalteco. Para las empresas, comprometerse con proyectos solidarios de acción social, humanitarios o ambientales supone un impacto positivo a nivel de imagen institucional y conlleva ventajas fiscales. Las obras sociales pueden convertirse en una importante fuente de financiación para muchos proyectos de entidades sin ánimo de lucro.

6.2.4.4. Acuerdos Voluntarios
Alcanzados entre entidades que nos pueden suministrar recursos (alojamiento para voluntarios/voluntarias, maquinaria, etc.). Por ejemplo, una asociación u otra entidad que nos puede ceder una sala de audiovisuales para dar charlas y cursos; la Municipalidad que nos facilite infraestructura para alojar a voluntarios/ voluntarias; un agricultor o empresario que pueda ceder su maquinaria para ayudarnos a hacer algún trabajo previo con maquinaria; una empresa que nos puede facilitar los equipos de seguridad para voluntarios/voluntarias. Podemos conseguir negociar e implicar a empresas locales impactantes como Transporte Monja Blanca y otras, para que cambien sus tendencias; etc.

Un aspecto interesante a la hora de buscar recursos para el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” es establecer sinergias con otras entidades que trabajen en proyectos similares, para intercambiar experiencias y compartir recursos, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza “UICN”. Dentro de la Municipalidad se puede trabajar identificando los recursos que se puedan poner a disposición del voluntariado.

Una recomendación a tener en  cuenta siempre, pero especialmente en caso de contar con financiación externa, es la de ser transparente en la ejecución del gasto, ya que reforzará nuestra credibilidad.

Elaborar una memoria económica del proyecto “Salvemos el río Cahabón” nos permitirá contar con una herramienta para presentar la ejecución económica del proyecto.

6.2.4.5. Transparencia en la ejecución del gasto
  ¿Con quién se va a realizar?

Se debe llevar un control estricto del gasto y darlo a conocer a voluntarios/ voluntarias, así como a las municipalidades, entidades gubernamentales, universidades, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y personas voluntarias participantes en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

De lo anterior dependerá la credibilidad para poder seguir obteniendo recursos, de lo contrario el proyecto no avanzará y se tendrán malas interpretaciones que perjudicarán su actuación.

Es recomendable informar de la ejecución del gasto, utilizando para ello los medios de comunicación locales, reuniones y actividades del proyecto.

6.2.5. Equipo humano del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

Con personal del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y de las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, empresas, COCODES, grupos y personas voluntarias participantes, tendremos que disponer de las personas adecuadas y capacitadas para realizar las actividades y tareas de intervención que necesite el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”. Deberemos precisar la cantidad de personas (los recursos humanos), las cualificaciones requeridas para los formadores y las funciones que va a realizar cada uno. Tendremos que especificar a los técnicos y Promotores necesarios para ejecutar el proyecto, estableciendo un número de voluntarios/voluntarias por Promotor razonable, que permita una correcta realización de la actuación y de forma que se asegure una calidad adecuada de la misma y un nivel de seguridad idóneo.

Para tener una referencia, estimamos que en función de las actividades y las áreas del río Cahabón y sus afluentes en los que se esté actuando, el número ideal de voluntarios/voluntarias por Promotor es de 10, siendo un máximo de 15 a las que un Promotor podría supervisar y coordinar correctamente.

Por último, siempre que las características del área de actuación nos lo permitan, es importante que el diseño de la actividad contemple y/o facilite la participación a todas las personas que lo deseen, gracias a la diversificación de las actividades, sin que la edad, forma física o posibles carencias excluyan de la actividad a determinados grupos comunitarios.

Perfil del Promotor

Para el personal que se vaya a ocupar de dinamizar, coordinar y supervisar a los grupos de voluntarios/voluntarias, recomendamos que al menos tenga:
-       Formación técnica sobre ecosistemas fluviales.
-       Conocimientos de dinámicas de grupo.
-       Conocimientos en metodologías formativas.
-    Manejo de situaciones de emergencia que pudieran darse. Primeros auxilios, etc.

6.2.6. Coordinación y colaboraciones externas

Es importante buscar colaboraciones dentro de las municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, empresas, grupos y personas de las comunidades fomentando su participación en las actuaciones de voluntariado.

Además, tendremos que saber con quién es necesario coordinarnos y para ello será de gran utilidad conocer a las personas responsables dentro de las diferentes entidades públicas y privadas, y mantener con ellos un contacto directo.

6.2.6.1. Puntos a tener en cuenta para la coordinación con otras instancias o
             Personas:

-       Contactar e informar a las instituciones competentes como MAGA, INAB, CONAP y Municipalidades participantes, para conocer su grado de disposición.

-       Contactar e informar a agentes implicados como universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, empresas, grupos y comunitarios usuarios de la subcuenca, del área de intervención, etc.

-       Pedir la colaboración oportuna, como apoyo técnico o información, a la municipalidad.

Para ayudarnos a identificar a todos los actores que pueden jugar algún papel en torno al río Cahabón y sus afluentes a intervenir, especialmente cuando nos planteamos desarrollar el voluntariado para su conservación y restauración, es necesario elaborar un diagrama para tener en cuenta a quienes y cómo hay que involucrar.

Lista de referencia
-       Conocemos a las personas responsables de la municipalidad, competentes y demás instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, empresas, COCODES, grupos y comunitarios a tomar en cuenta.

-       Les hemos informado del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

-       Hemos buscado los colaboradores y personal interesado que necesitamos para poner en marcha el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” y desarrollar la intervención.

-       Estamos listos para la puesta en marcha del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

6.3.     Manos a la obra: Puesta en marcha y desarrollo de la Guía “Adopto mi río”
          
Para poder ponernos Manos a la Obra tenemos que establecer mecanismos de coordinación como reuniones periódicas, redacción de informes, etc. con todas las partes implicadas. Además tenemos que asegurarnos de contar con los permisos pertinentes y que todos los interesados estén informados.

6.3.1. Autorizaciones y comunicaciones
Para que nuestras actuaciones de voluntariado resulten viables y efectivas es esencial contar con la colaboración de todas las instancias implicadas en la gestión directa e indirecta del río Cahabón y sus afluentes, e informarles debidamente de dichas actividades.

6.3.1.1. Los pasos a dar son los siguientes
-       Comunicación de la intención de realizar con la actuación del voluntariado a todas las instancias que se tomarán en cuenta.
-       Solicitud de autorización, en caso de que sea necesario, dirigida al Alcalde Municipal, previo contacto informal.
-       Autorizaciones y comunicaciones a municipalidades, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, empresas, COCODES, grupos y comunitarios.
-       Preparar la logística y organizar la actividad.
-       En caso de que la intervención se desarrolle dentro de un espacio natural municipal será necesaria además la autorización por parte del Alcalde.
-       Comunicar a la población del entorno la intervención y los objetivos que se persiguen.

6.3.1.2. Será necesario solicitar autorización de la Municipalidad, al menos, en los
             Siguientes casos:
-       Siembras de plantas y corta de árboles viejos que signifiquen un riesgo.
-       Establecimiento de baños o áreas recreativas y deportivas.
-       Lugares para criaderos de peces.
-       Desviación de agua de carácter temporal, para realizar alguna remodelación o construcción.
-       Introducción de elementos (rótulos, etc.) en el espacio fluvial y áreas asociadas.

Así mismo, cualquier actuación que pueda tener efecto sobre las especies de flora y fauna deberá ser comunicada y autorizada según el caso por la autoridad competente.
6.3.2. Preparar la logística y organizar la actividad

Teniendo en cuenta que hemos cumplido todos los pasos anteriores para definir y planificar nuestra intervención, nos queda ponernos manos a la obra con  voluntarios/voluntarias.

6.3.2.1. Pistas para mejorar la realización de las actividades sobre el terreno

-       Definir cuál será el programa de la jornada, con alternativas preparadas en caso de imprevistos como las condiciones climatológicas, etc. y equilibrando los aspectos lúdicos (recreativos) con el trabajo a realizar.
-       Valorar los posibles riesgos durante la realización de las actividades, contando con un plan de emergencias.
-       Tener claro el punto y la hora de encuentro, y comunicarlo al grupo de voluntarios/voluntarias.
-       Comunicar previamente el programa de la actividad al grupo de voluntarios/ voluntarias, además de su importancia en el proyecto.
-       Asignar las personas responsables de la actividad (ya sean personal remunerado o voluntario del proyecto)
-       Definir las actividades formativas en caso de que sea necesario o no se haya realizado con anterioridad.
-       Asegurarnos el número adecuado de voluntarios/voluntarias según el trabajo a realizar, el área donde se va a intervenir (si cuenta con restricciones o es de alta fragilidad ambiental), las características de acceso al área, el número de monitores que asistirán a la actividad (se recomienda una persona responsable por cada 10 voluntarios/voluntarias), la herramienta y materiales disponibles para la actividad. A veces por motivos de cumplimiento de los objetivos de la intervención y hasta de la propia motivación de voluntarios/voluntarias es mejor limitar el número de plazas siempre intentando dar cabida al mayor número de personas posible y contemplando posibles rotaciones para que todo el mundo interesado pueda participar.
-       Preparar las herramientas y medios necesarios para realizar la actividad en perfectas condiciones, y contar con un procedimiento claro para la recogida de datos, con su formato adecuado según la actividad (ficha de campo, etc.). No olvidemos el material identificativo, para la adecuada identificación de voluntarios/voluntarias sobre el terreno.
-       Preparar y llevar siempre un botiquín, y asegurarnos de que los responsables de la actividad tienen nociones de primeros auxilios.
-       Avisar siempre a los bomberos, PNC y a las autoridades municipales  sobre nuestra actividad y su localización exacta.

Dar las explicaciones previas que sean necesarias para que voluntarios/voluntarias comprendan los objetivos de la actuación y realicen correctamente su tarea es un buen comienzo de la actividad.

6.3.3. Algunas recomendaciones para un correcto seguimiento y evaluación


6.3.3.1. A corto plazo:         

-       Evaluar la propia actividad (indicadores).
-       Comprobar el grado de cumplimiento de los indicadores establecidos en la fase de diseño. Es interesante que participe en ello la Municipalidad o autoridad competente, sobre todo cuando la intervención suponga una modificación sustancial del medio y le haya correspondido financiación externa.
-       Localizar adecuadamente e incluso georreferenciar el área que se va a intervenir, pues permitirá integrar la información en sistemas de información geográfica más globales.
-       Se pueden crear comisiones de seguimiento con representantes de todos los implicados desde el inicio del proyecto.
-       Elaborar fichas de seguimiento y evaluación para ir recogiendo datos necesarios en esta etapa.
-       Necesitamos asegurarnos un mantenimiento financiero de las actuaciones a lo largo de todo el proyecto.
-       No olvidar valorar el cumplimiento de objetivos de conservación que nos habíamos propuesto.


6.3.3.2. A largo plazo:

-       Seguimiento de la actuación. Qué ocurre en el tiempo cuando dejemos el área de actuación, más allá de la duración del proyecto.
-       Utilizar la evaluación de resultados como ejemplos, han de tener un carácter demostrativo de que funciona lo que hemos realizado.
-       Hay que realizar un informe con la evaluación anual y otro final si es a más de un año vista, y asegurarnos de que llegue a las autoridades e instancias competentes y el resto de instancias implicadas en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

6.4. Seguimiento y evaluación de la intervención

Llegado el momento de la evaluación, es cuando tendremos que revisar los indicadores definidos en la fase de diseño y poner en práctica todas las medidas recogidas.

6.4.1. Aspectos fundamentales para evaluar la intervención

-       La eficacia:               El nivel de cumplimiento alcanzado de los objetivos.
-       La eficiencia:           Teniendo en cuenta los recursos empleados en relación
a los resultados obtenidos.
-       El proceso:               El conjunto de las actividades realizadas.
-       El impacto:               Los efectos de la intervención sobre el medio y sobre la
Población.

6.4.2. Seguimiento del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”

En cuanto al seguimiento será interesante que el proyecto esté presente en algunas páginas web del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, instituciones gubernamentales, municipalidades, universidades, asociaciones comunitarias y otras instancias del proyecto En referencia en temas de voluntariado ambiental en ríos, subcuencas y cuencas, seminarios permanentes y otras iniciativas interesantes que supongan un intercambio de experiencias de este tipo para capacitar a otros y para mejorar el propio proyecto.

Grupo de voluntarios/voluntarias comprobando datos en análisis de las aguas.
El Promotor juega un papel fundamental para dinamizar, formar y motivar a  voluntarios/voluntarias, además de supervisar la actividad.

6.5. Lista de comprobación para aspectos de intervención


6.5.1.   En la Planificación

-       Sabemos dónde vamos a intervenir.
-       Sabemos por qué vamos a actuar.
-       Hemos hecho los estudios previos necesarios para tener toda la información para poder plantear la intervención.
-       Hemos definido los objetivos a corto, medio y largo plazo.
-       Conocemos las entidades que deben intervenir en cada momento de esta etapa y qué tienen que hacer en cada momento.
-       Las actividades definidas son coherentes con principios de conservación y de participación social.
-       Las actividades definidas se corresponden con las metas y objetivos marcados.
-       Las actividades son abordables y gratificantes, y el grupo destinatario será capaz de llevarlas a cabo tras un proceso de capacitación.
-       Las actividades son abordables por el MARN-AMASURLI. Mejor calidad que cantidad.



6.5.2.   Para la puesta en marcha

-       Sabemos qué recursos y qué aliados necesitamos para el desarrollo de la intervención, y, además, contamos con ellos.
-       Todo el mundo está informado de la intervención y cada uno ha desarrollado su papel.
-       Contamos con las autorizaciones necesarias.
-       Hemos informado sobre la intervención (actuación, lugar, fecha, participantes...) a las entidades competentes.

6.5.1.   Manos a la obra

-       Hemos convocado a voluntarios/voluntarias participantes.
-       Está definido un punto de encuentro (lugar y hora) al que todo el mundo pueda llegar mediante transporte público o privado.
-       Contamos con la herramienta y/o materiales necesarios y suficientes para desarrollar la actividad.
-       Se ha tenido en cuenta el compensar a voluntarios/voluntarias con la manutención, con alojamiento (si son de afuera del municipio y en caso de ser necesario) y desplazamientos.
-       Llevamos botiquín.
-       Hemos establecido una herramienta de evaluación de la actividad que implique a los propios voluntarios/voluntarias.
-       Contamos con personas que capacitarán a voluntarios/voluntarias en el desarrollo de las tareas, coordinarán el trabajo sobre el terreno y lo supervisarán.
-       Hemos tenido en cuenta dinámicas para mantener la motivación e implicación de voluntarios/voluntarias en la actividad.
-       Hemos establecido una ficha o procedimiento para la recogida de datos y su posterior tratamiento e informe.

6.5.2.   Para la evaluación y el seguimiento

-       Hemos verificado los indicadores de restauración, conservación y participación con los datos tomados.
-       Estamos realizando en fecha y forma los controles de seguimiento y evaluación.
-       Hemos establecido mecanismos para recoger valoración del grupo de voluntarios/voluntarias sobre la intervención.
-       Hemos redactado informes periódicos y memoria final.
7. La gestión de voluntarios/voluntarias


7.1. Elegir el modelo de voluntariado ambiental

Se han descrito diferentes modelos de voluntariado ambiental que consideramos interesante reflejar aquí para que nos sirvan de referencia a la hora de elegir el más adecuado para el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”, teniendo en cuenta nuestra filosofía y forma de funcionamiento, los objetivos de restauración, conservación y participación definidos y las secuencias de actividades. En un mismo proyecto se pueden combinar diferentes modelos1.


1. Adaptación de: Ricardo de Castro “Voluntariado Ambiental: Participación y Conservación del Medio Ambiente”, Consejería de Medio Ambiente, Junta de Andalucía; y Francisco Heras “Entre Tantos. Guía Práctica para dinamizar procesos participativos sobre problemas ambientales y sostenibilidad”.

Fórmula organizativa
-       Redes estables de voluntarios y voluntarias
-       Proyectos locales de voluntariado ambiental

Institución responsable
-       Municipalidad
-       Asociación responsable  y demás instancias participantes
-       Convenio entre municipalidad, instituciones públicas y asociaciones sin fines de lucro.

Características compatibles
Utilización de varios elementos

Marco Temporal
-       Corto, medio y largo plazo
-       Estancias de larga duración
-       Campos de voluntariado
        -     Jornadas de voluntariado

7.2.  Red estable de voluntarios/voluntarias
-       Los participantes son locales, es decir, personas que normalmente residen en el municipio o comunidades del área de influencia del proyecto, y que desarrollarán actividades definidas en el proyecto “Salvemos el río Cahabón" con cierta continuidad a lo largo del tiempo.
-       El MARN-AMASURLI se acomete desde una red o entidad creada de forma específica para desarrollar actividades de voluntariado.
-       Este modelo requiere una estructura estable de coordinación.
-       Así como una continua renovación de participantes con los mecanismos de captación necesarios.

7.2.1. Proyectos locales de voluntariado ambiental
-       Proyecto diseñado, desarrollado y evaluado por grupos estables, a menudo procedentes de entidades sociales que tienen experiencia en desarrollar su labor en el entorno donde se dan, por tanto a un nivel local.
-       Se requiere un alto conocimiento ambiental, ya que la complejidad de las tareas y el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” así lo requieren.
-       Existe una organización que financia, apoya y supervisa las actividades.

7.2.2. En función del MARN-AMASURLI
-       Coordinar las actividades organizadas en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” en conjunto con las demás instituciones participantes.
-       Actividades organizadas mediante acuerdo o convenio entre las instituciones públicas, municipalidad, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, empresas, COCODES y grupos organizados.
-       Actividades organizadas directamente por una o varias organizaciones sociales participantes del proyecto.
-       Firmar convenios de apoyo al proyecto con organismos de la cooperación nacional e internacional.

7.2.3. En función del marco temporal
-       Actividades con continuidad a medio/largo plazo: se establecen turnos o una serie de jornadas de trabajo espaciadas en el tiempo (normalmente fines de semana) a las que acude un grupo definido de voluntarios/voluntarias.
-       Estancias de larga duración: Implicación de las personas voluntarias durante varios meses (de 1 mes a 6 meses de duración) en proyectos concretos.
-       Campos de voluntariado: Estancias de una a dos semanas de duración, que se organizan sobre todo en época vacacional.
-       Jornadas de voluntariado: Convocatorias, generalmente abiertas a cualquier persona interesada, para desarrollar actividades prácticas durante un día concreto.

7.3. ¿Cómo hacer una gestión de calidad del voluntariado del proyecto?

Los componentes de todo voluntariado, relativos a su gestión, son la captación, la motivación, la formación, la realización de actividades, el reconocimiento y certificación, la evaluación y la desvinculación de la persona voluntaria del proyecto. La forma en la que estos elementos están relacionados hay que expresarla a modo de gráfico ya que interactúan en distintas etapas del proyecto.

Captación
Evaluación

                   
        
Formación continuada                                                         Formación Inicial
        Evaluación                                                                         Evaluación



Desvinculación         Motivación                                 Realización de actividades Evaluación               Evaluación                                              Evaluación


Montar mesas informativas y realizar actividades de sensibilización en las comunidades y municipios del entorno del proyecto de restauración nos facilitará la incorporación de nuevos voluntarios/voluntarias e implicar a la población local.

Siguiendo el gráfico que las relaciona, vamos a desarrollar cada uno de los elementos uno a uno y teniendo en cuenta:
-       Quién interviene en cada etapa.
-       Cuáles son las claves y recomendaciones generales.
-       Con qué herramientas contamos para desarrollar cada etapa.

7.3.1. Captación de voluntarios/voluntarias

El Proyecto “Salvemos el río Cahabón” ha de contar para la captación con un plan de difusión, que irá dirigido al grupo de destinatarios de interés. La difusión puede ser más general o bien dirigida a las comunidades del área de la subcuenca Río Cahabón. En este último caso, el plan de difusión pretenderá implicar a las comunidades locales directa o indirectamente en el voluntariado del proyecto. A la hora de definir el Plan de Difusión será interesante tener en cuenta aspectos sociales como características demográficas, grado de desarrollo del tejido asociativo, presencia de asociaciones comunitarias, universidades, estudiantes, empresas, COCODES, grupos y comunitarios.

En cuanto las acciones de difusión empiecen a tener su efecto, se podrán poner en marcha los mecanismos para la captación e incorporación al proyecto a  voluntarios/voluntarias, se les señalarán los requisitos de participación y se les pedirá su compromiso.



7.3.2. La importancia de conocer las expectativas y acordar un compromiso

Es importante conocer desde un principio lo que esperan ambas partes: por ello ante la incorporación de una nueva persona voluntaria habrá que preguntarse cuáles son las motivaciones/expectativas de esta persona que desea implicarse en el proyecto y si las motivaciones/expectativas del voluntario son compatibles con los objetivos y la filosofía del proyecto. Esto nos permitirá, en caso de que sea necesario, hacer evolucionar las motivaciones y expectativas de las personas para que sean compatibles y acordes con la filosofía y objetivos del proyecto.

Además, en esta etapa es fundamental establecer desde un principio las “reglas del juego”, clarificando el compromiso que se va a adquirir entre la entidad y  voluntario/voluntaria y formalizarlo en una ficha de compromiso, que es simplemente un acuerdo entre voluntario/voluntaria y la entidad organizadora en la que se recogen sus derechos, deberes y su compromiso.

7.3.3. Quién interviene

Las personas interesadas y el MARN-AMASURLI, quien comunica al tejido asociativo y a los comunitarios en general. Además, el mismo tejido asociativo puede ser multiplicador de la difusión, siempre apoyándose en la información que le facilite la entidad organizadora.


7.3.4. Ideas clave y recomendaciones

-       En los planes de difusión y captación de personas voluntarias es importante transmitir la importancia y el papel de las comunidades en la conservación del río Cahabón y sus afluentes.
-       Conviene cuidar la imagen del proyecto y de la organización, manteniendo la coherencia entre objetivos y el mensaje.
-       El mensaje debe ser claro, conciso, directo y atractivo. Además debe tener en cuenta también a quién va dirigido.
-       Debemos asegurar que la información a los voluntarios en esta etapa gire en torno a los objetivos y filosofía del proyecto, líneas de actuación, tareas a desarrollar y logística.

Sesión de formación ríos con Vida.

La formación inicial puede ser más teórica, con sesiones en las que se podrán dar nociones generales sobre ecosistemas fluviales, para pasar a explicar los problemas sobre los que interviene el Proyecto “Salvemos el río Cahabón” y cuáles son las posibles soluciones.

7.3.5. Herramientas


Existen canales de difusión muy diversos para la captación de voluntarios y voluntarias:

-       Encuentros de grupos de voluntarios/voluntarias con actividades del proyecto “Salvemos el río Cahabón” y las personas interesadas.
-       Actividades de sensibilización, en las que las personas voluntarias implicadas en el proyecto, sean las que comuniquen e inviten a participar a otras personas interesadas.
-       Presencia en reuniones tradicionales o reconocidas del área (ferias, día de mercado, reuniones, fiestas, etc.) con el objetivo de difundir el proyecto e invitar a posibles personas interesadas.
-       Los eventos como conferencias, charlas y las jornadas de divulgación pueden ser un buen momento para distribuir los materiales de difusión elaborados y para presentar el proyecto.
-       Aparición de artículos en el periódico departamental, publicaciones de instituciones, universidades, asociaciones comunitarias y otras.
-       A través de las Municipalidades de la subcuenca, centros educativos de los diferentes niveles, casas de cultura, agrupaciones deportivas, etc.
-       Distintas herramientas de comunicación como las cuñas de radio, los anuncios en prensa, la televisión por cable local, los portales de internet del MARN-AMASURLI, instituciones, municipalidades, asociaciones, etc.
-       Jornadas de puertas abiertas, en las que se visiten con el grupo de interesados las áreas de actuación.
-       Edición y distribución de materiales divulgativos como carteles, trifoleares o boletines informativos en distintos eventos. Además se puede elaborar un informe sintético de la memoria de actividades y/o una memoria audiovisual para presentar el proyecto a las personas interesadas.
-       Los actos formales de reconocimiento (en el que estén presentes las instituciones, organizaciones y medios de comunicación) pueden ser también una oportunidad para invitar a nuevas personas a participar.

7.3.6. Formación de voluntarios/voluntarias

La formación de voluntarios/voluntarias es de vital importancia para el correcto desarrollo de las distintas actividades del proyecto, pero también ha de ser una herramienta de sensibilización hacia el propio voluntario, para mejorar su forma de relacionarse con el medio ambiental.

Tampoco debemos olvidar en esta etapa, que para realizar cualquier tipo de trabajo sobre el terreno voluntarios/voluntarias tienen que conocer cómo prevenir posibles riesgos derivados de la actividad y desarrollar las tareas cumpliendo con las medidas de seguridad correspondientes.

Podrán realizarse sesiones teóricas y otras más prácticas a lo largo de las actividades de conservación, pero además, voluntario/voluntaria deberá tener una visión global de los problemas sobre los que está actuando y cuáles son las soluciones posibles.

La realización de las actividades nos permitirá dar formación práctica sobre el terreno. El río es la mejor aula posible para que voluntarios/voluntarias asimilen conocimientos.

7.3.7. Algunas recomendaciones para definir el plan de formación

-       Buscar metodologías prácticas, que capaciten a las personas hacia el correcto desarrollo de las actividades y para el trabajo en equipo. Para ello pueden ser útiles las técnicas de dinámica de grupo combinadas con sesiones más formales y el realizar salidas de campo y pequeños ensayos sobre el terreno, siempre tratando de equilibrar la facilitación de información útil con una adecuada asimilación de conceptos por parte de voluntarios/ voluntarias participantes.
-       Acercar las personas voluntarias al método científico: hacerlo atractivo y manejable para distintos perfiles de personas con o sin experiencia en estas metodologías.
-       Voluntarios/voluntarias expertos pueden formar a nuevos voluntarios en las tareas sobre el terreno, siempre que hayan tenido un rodaje adecuado.
-       Adaptar la formación al grupo con el que se esté trabajando.
-       Aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías para los procesos formativos a través de foros, charlas, etc.
-       Al menos debe incluir un módulo sobre ecosistemas fluviales e hidrología además de los bloques formativos que se consideren necesarios.

7.3.8. Quién interviene

La entidad organizadora es el punto de referencia, contando para ello con técnicos y expertos en función de las necesidades. Pero también es interesante implicar, en la medida de lo posible, a personal de las instituciones competentes con las que nos estemos coordinando el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

La formación de voluntarios/voluntarias es de vital importancia para el correcto desarrollo de las distintas actividades que contemple el proyecto, pero también debe ser una herramienta de sensibilización hacia el propio voluntario para, de esa manera, mejorar su forma de relacionarse con el medio ambiente.

7.3.9. Ideas clave y recomendaciones

7.3.9.1. La formación inicial tiene que

-       Servir para realizar los trabajos que se plantean.
-       Suponer un conocimiento técnico del trabajo por parte de las personas voluntarias.
-       Dar a conocer a la organización responsable y al proyecto.
-       Es además un buen momento para fomentar el intercambio de experiencias.

7.3.9.2. La formación continua deberá ser

-       Periódica.
-       Programada.
-       Actualizada.
-       Adaptada a la realidad y necesidades de los grupos, teniendo en cuenta los diferentes niveles de experiencia y conocimientos de voluntarios/ voluntarias en el proyecto.

En todo caso, tanto la formación inicial como la continua, debe capacitar para el desarrollo del trabajo sobre el terreno (desempeño de tareas concretas, habilidades y trabajo sobre el terreno, etc.) y debe dar cabida a propuestas que se demanden por parte del propio grupo de voluntarios/voluntarias (además de las programadas por el MARN-AMASURLI).

7.3.9.3. Herramientas

Algunos recursos que podemos utilizar para la formación de voluntarios/ voluntarias.

-       Manuales de formación prácticos y adaptados al tipo de tareas a desarrollar.
-       Visita de campo a las actuaciones ya realizadas o mostrar ejemplos de trabajos similares desarrollados por otros grupos (esta herramienta es importante para una formación sobre el terreno y para entender mediante un ejemplo real el tipo de intervención a desarrollar)
-       Diseñar un módulo general sobre hidrología y formación básica en sistemas fluviales.
-       Diseñar bloques formativos básicos sobre aspectos relevantes del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”, que puedan desarrollarse en distintos ambientes (salas o sobre el terreno) y que combinen distintas metodologías (desde sesiones teóricas a sesiones prácticas).





7.4. Realización de las actuaciones con voluntarios/voluntarias


7.4.1. Intervienen

El MARN-AMASURLI, técnicos y personas voluntarias inscritas en el Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

7.4.2. Ideas clave

-       Garantizar el éxito de la actuación.
-       Se aconseja que cuando lleguen a este punto, consultar el apartado de intervención, ya que en éste sólo se detallan aspectos más propios de la gestión de voluntarios/voluntarias.

7.4.3. Recomendaciones
-       Realizar una buena planificación de las actuaciones dimensionando adecuadamente nuestra capacidad real y no marcarnos tareas imposibles.
-       Preparar la logística y verificar la planificación entre el MARN-AMASURLI y la entidad gestora o con competencias en el espacio donde se trabaje.
-       Asegurarnos que contamos con personal capacitado para la supervisión sobre el terreno.
-       Elaborar un organigrama de tareas para que todo el mundo tenga asignada una tarea y se sienta partícipe en todo momento. También nos facilitará la planificación el contar con un cronograma de actuaciones.
-       Asegurar que la formación recibida por parte de las personas voluntarias, tanto la inicial como la continua, les capacite para la realización de actuaciones.
-       Mantener la motivación de voluntarios/voluntarias y el buen ambiente de los grupos, combinando dinámicas de grupo con la propia actividad (para fomentar el buen ambiente, el trabajo en equipo, integrar a las personas nuevas).
-       Tener en cuenta el integrar de forma continua y adecuadamente a los nuevos voluntarios/voluntarias, que a pesar de una formación inicial de calidad, necesitarán seguro de unas actividades en el campo para adquirir las habilidades necesarias para desarrollar la tarea.
-       Fomentar en todo momento una comunicación cercana entre la entidad y las personas voluntarias.
-       Equilibrar el trabajo a desarrollar con actividades lúdicas.
-       Tener claro y por escrito, por parte de las personas responsables, un procedimiento de actuación en caso de emergencia. Para ello se recomienda la elaboración de un plan interno de emergencias, en el que se detallen los pasos a dar en caso de accidente u otro tipos de incidentes y teléfonos importantes de contacto (hospital, centros de salud, bomberos, PNC, municipalidad, etc.)
-       Estar adecuadamente identificados tanto el personal responsable como las personas voluntarias durante la realización de la actividad, para ello se recomienda elaborar material identificativo del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.
-       Tener en cuenta las necesidades alimenticias de voluntarios/voluntarias, por ejemplo, si tenemos personas vegetarianas, alérgicas a alimentos, diabéticos, etc.
-       Consultar a voluntarios/voluntarias su información médica relevante, como por ejemplo si sufren ciertas alergias, para asegurarnos en el botiquín algún antiestamínico o tener cuidado de no suministrar ciertos medicamentos.
-       Es importante cuidar los pequeños detalles de agradecimiento para las personas que participan (comidas conjuntas, etc.)

7.4.4. La Motivación de voluntarios/voluntarias

La motivación de voluntarios/voluntarias

La motivación deberá estar presente en todo el ciclo de la  gestión del voluntariado.

Algunas recomendaciones para mantener la motivación:

-       Tenerla en cuenta especialmente durante la formación inicial y durante la realización de actuaciones.

-       Transmitir la importancia y la utilidad de la intervención, y los resultados que se van consiguiendo gracias al trabajo de las personas voluntarias.

-       Transmitir la importancia de su permanencia en el proyecto, para evitar una excesiva rotación de personas.

-       Difundir las actividades que se realizan con voluntarios/voluntarias.

-       Incorporar dinámicas de grupo al trabajo con voluntarios/voluntarias para conocer sus expectativas, fomentar las relaciones sociales y el buen ambiente del grupo.

-       Equilibrar los aspectos lúdicos y el trabajo a realizar.

-       Tener una comunicación constante, fomentar intercambios con otros grupos de voluntarios de los distintos municipios de la subcuenca Río Cahabón.

-       Integrar al voluntario/voluntaria en todas las fases del proyecto.

-       Fomentar la presencia en momentos clave: de la municipalidad, representantes de instituciones públicas y demás participantes del proyecto “Salvemos el río Cahabón” durante las actividades también contribuyen a la motivación de los voluntarios/voluntarias.

7.4.4.1. Intervienen

El MARN-AMASURLI, voluntarios/voluntarias y demás entidades colaboradoras del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”.

7.4.4.2. Ideas clave

El reconocimiento es fundamental para mantener vivo el ciclo de la gestión del voluntariado, ya que retroalimenta al grupo, motiva y le da fidelidad a voluntarios/voluntarias, además es una forma de mostrar a la comunidad la satisfacción de los participantes y que otros tomen ejemplo. Sería por tanto también una forma de captar a nuevos voluntarios/voluntarias. En esta etapa es importante resaltar tanto los resultados del proyecto sobre la subcuenca Río Cahabón, como los resultados o beneficios generados para las poblaciones del entorno o a la comunidad en general. Los medios de comunicación pueden ser una buena herramienta para comunicar los resultados a nivel general.

7.4.4.3. Herramientas

-       Diploma acreditativo.
-       Acto formal de reconocimiento en el que estén presentes las instituciones implicadas, organizaciones y medios de comunicación. En este acto se pueden comunicar y difundir los resultados del proyecto.
-       Carteles para señalizar la actuación de la manera más adecuada en función del entorno donde nos encontremos y siempre que sea posible.
-       Trato cercano y constante con voluntarios/voluntarias por parte del equipo implicado del MARN-AMASURLI.
-       Boletines sobre el proyecto “Salvemos el río Cahabón”.
-       Documento escrito en el que se reconozca, si las personas están de acuerdo y es viable, el nombre y apellidos de las personas implicadas.

Las dinámicas de evaluación después de cada actividad con  voluntarios/voluntarias nos permitirán tomar el pulso al programa e ir incorporando mejoras día a día.

7.4.5. El MARN-AMASURLI y el voluntario/voluntaria que se desvincula.

7.4.5.1. Ideas Clave
Es necesario conocer el motivo de la baja ya que nos permitirá mejorar los aspectos de coordinación y gestión, tanto de voluntarios/voluntarias como de las actuaciones de restauración y conservación. Una vez que una persona voluntaria se desvincule habrá que darle de baja en nuestra base de datos.

Hay que poner especial atención a que el voluntario/voluntaria se desvincule con un balance positivo del proyecto, para que pueda transmitirlo. Es recomendable que la persona coordinadora del proyecto quien debe llevar a cabo esta desvinculación esté acostumbrada al manejo de técnicas de resolución de conflictos.

7.4.5.2. Herramientas

-       Trato personal.
-       Llamada telefónica.
-       Entrevista.
-       Cuestionario.
-       Ficha de baja.
-       Carta de agradecimiento en el momento de la desvinculación.

7.4.5.3. Constantes

Durante todo el ciclo es básico el trato personal.

7.4.6. La evaluación con voluntarios/voluntarias

El MARN-AMASURLI y voluntarios/voluntarias en el proyecto “Salvemos el río Cahabón”.
También es interesante que la institución competente con la que se están coordinando las actuaciones o que sean promotoras del proyecto, puedan realizar su propia evaluación pidiendo la participación de las personas voluntarias.

7.4.6.1. Ideas clave
Hacer partícipe a voluntarios/voluntarias en la evaluación del proyecto e incorporar sus propuestas de mejora, imprime un carácter democrático y es en sí mismo una herramienta de implicación y motivación del voluntario/voluntaria.

7.4.7. Recomendaciones finales

La evaluación debe ser continua a lo largo de todo el proceso. El equipo de trabajo, los coordinadores deben estar capacitados para el uso de distintas metodologías de evaluación, utilizando tanto criterios técnicos, como de motivación, capacitación, etc.

Resulta de utilidad hacer un seguimiento de la participación de cada voluntario/voluntaria. Conocer sus motivos de ausencia mediante una llamada telefónica. Es importante evaluar tanto con indicadores cuantitativos como cualitativos, para no olvidar la calidad frente a la cantidad.

Hay que evaluar no sólo las actividades puntuales sino el proyecto en conjunto (objetivos, metodología, planificación, etc.)

Las herramientas de evaluación tienen que estar adaptadas al grupo, para que todos y todas las entiendan bien y todos/todas puedan participar en ellas.

La evaluación es una fuente para detectar necesidades y hacer crecer, madurar y por tanto mejorar el proceso de gestión del proyecto.

7.4.8. Algunos aspectos a valorar con voluntarios/voluntarias

-       La motivación y el ambiente del grupo.
-       Si la capacitación para realizar las actividades ha sido la adecuada.
-       El grado de satisfacción ante los resultados, la metodología empleada, la actividad en general, así como aquellos aspectos que el voluntario/ voluntaria cambiaría.
-       Repercusión que ha tenido la actividad en la subcuenca Río Cahabón (el antes y el después)
-       Sugerencias, nuevas ideas y necesidades detectadas por las personas voluntarias.
-       Trato recibido.
-       Grado de cumplimiento de las expectativas de voluntarios/voluntarias.
-       La organización de la actividad.
-       Los recursos y materiales disponibles.
-       Captación, metodología y repercusión mediática.

7.4.8.1. Herramientas

-       Grupos de discusión.
-       Cuestionarios.
-       Dinámicas de evaluación.
-       Entrevistas.
-       Balance resumen de una jornada de trabajo.
-       Foros de debate.

Transmitir la importancia y los fines de la intervención, y los resultados que se van consiguiendo gracias a su esfuerzo, es fundamental para mantener la motivación de voluntarios/voluntarias.

7.4.9. La persona interesada se convierte en voluntario/voluntario, y por tanto:

-       Debe llenar la ficha de acogida en la que quedan reflejadas sus motivaciones, expectativas y qué puede aportar.
-       Conocer sus derechos y deberes y los del MARN-AMASURLI (Carta de Derechos y Deberes)
-       Llenar la ficha de compromiso.
-       Participantes deben recibir toda la formación necesaria para ello, es necesario elaborar un manual del voluntariado del proyecto y documentación complementaria.
-       La persona se integra adecuadamente al proyecto. Conoce los trabajos que va a desarrollar, el MARN-AMASURLI u organización que colabora, etc.
-       Para que la actuación sea un éxito debe estar bien diseñada, justificada,   aborda por el grupo de participantes, las actividades formativas deben estar bien definidas y la supervisión sobre el terreno debe ser adecuada.
-       Hay que mantener motivado al grupo y debe entender el cómo desarrollar la actividad como el fin de la misma.
-       La herramienta debe estar bien calculada y la metodología (en pequeños grupos o no) estar bien elegida.
-       Mantener la motivación de los participantes a lo largo de su vida como voluntario/voluntaria, que se sienta identificado con el proyecto o intervención y así lo expresa a terceros, y acoge y motiva a voluntarios/voluntarias más recientes. Lograr que su nivel de implicación aumenta a lo largo del tiempo, desarrolla tareas más complejas y asume nuevos compromisos con el proyecto “Salvemos el río Cahabón”.
-       Tener un mecanismo tipo de desvinculación del voluntario/voluntaria del proyecto, se sabe quién hace esta tarea dentro del equipo.



8. Delimitación del área del río Cahabón o afluente a restaurar

Es necesario crear un acuerdo municipal para delimitar el espacio del río Cahabón o afluentes de la subcuenca Río Cahabón a restaurar. Así, forman parte del dominio público hidráulico las aguas superficiales y subterráneas.

La primera consideración a tener en cuenta es la delimitación del cauce. En este sentido, se debe definir el cauce natural de una corriente continua o discontinua como terreno cubierto por las aguas en las máximas crecidas ordinarias.

El carácter público de las riberas no se cumple en muchos casos. En la subcuenca Río Cahabón, hoy en día, es difícil poder transitar por sus márgenes, ya que muchas partes están usurpadas de manera ilegal.


8.1. Otros conceptos a tener en cuenta

8.1.1.   Riberas:
Franjas laterales de los cauces públicos situadas por encima del nivel de aguas bajas.

8.1.2.   Márgenes:
Terrenos que lindan con los cauces. Están sujetos en toda su extensión longitudinal a:

8.1.2.1.       Zona de servidumbre.
En ella se prohíbe la edificación, salvo autorización expresa, en casos muy justificados, por parte de la Municipalidad, INAB, CONAP y MARN.

8.1.2.2.       Zona protegida.
Incluida la anterior en ésta, en la que se condiciona el uso del suelo y las actividades que en ella se desarrollen.

 
 
9. Definiciones de interés


9.1. Ecosistema fluvial

Un ecosistema fluvial está constituido por un medio acuático, caracterizado por unas determinadas condiciones hidráulicas; un medio ripario, definido a partir de un tipo de sustrato y un nivel de humedad y frecuencia de inundación; y un medio hiporreico, (recuperación de los espacios degradados) conectado con los anteriores y determinado por un tipo de sustrato y grado de saturación, todos ellos dependientes del funcionamiento hidrológico de la subcuenca vertiente.

9.2. Medio Ripario significa

Dícese de la vegetación, bosque, etc., que medra en la orilla misma de los ríos y otras corrientes o masas de aguas. Que frecuenta, crece o vive en las márgenes de los ríos. El término es, en cierto modo, sinónimo de ribereño, pero éste se refiere más bien a la ribera de los ríos y lagos; se usa en sentido de tierra adyacente a la orilla, y no a la orilla misma. Plantas, formaciones o comunidades vegetales que viven o tienen querencia hacia las riberas de los ríos.


9.3. Restauración Fluvial

Se entiende por restauración fluvial el conjunto de acciones encaminadas a devolver al río o afluente su estructura y funcionamiento como ecosistema, de acuerdo a unos procesos y una dinámica similar a la que le correspondería en condiciones naturales, o que establecemos como de referencia del buen estado ecológico.

10. Recomendaciones finales

-       Dinamizar y sensibilizar a la población del entorno, implicándoles directamente en el proyecto como voluntario/voluntaria o bien invitándoles a participar en jornadas participativas e informativas, talleres de capacitación con agentes clave como usuarios de la subcuenca, etc.
-       Difundir las actividades con ayuda de voluntarios/voluntarias y de medios de comunicación para calar en las comunidades con el mensaje.
-       La implicación de todas las Municipalidades de la subcuenca Río Cahabón.
-       La coordinación con todas las instituciones competentes, implicándoles en la definición, supervisión y seguimiento del Proyecto “Salvemos el río Cahabón”
-       Favorecer la cooperación institucional en financiación, desarrollo y comprensión social del proyecto (municipalidad, instituciones gubernamentales, universidades, estudiantes, asociaciones comunitarias, COCODES, grupos, personas y empresas especialmente las directa o indirectamente implicadas o interesadas en la problemática del espacio fluvial).
-       Asegurar una evaluación del proyecto que además garanticen un seguimiento y mantenimiento de las actuaciones de voluntarios/voluntarias.
-       Incluir actividades de formación que capaciten al propio voluntario/voluntaria para el correcto desarrollo del proyecto, así como para convertirles en personas más ambientalmente responsables y activos. También en agentes difusores de las actividades de los grupos de voluntarios/voluntarias.
-       Visión global al plantear el proyecto local (visión de subcuenca).
-       Priorizar la calidad frente a la cantidad.
-       La información de resultados tiene que estar al alcance de todos/todas, utilizando para ello los mecanismos de difusión adecuados.
-       La colaboración entre los distintos grupos implicados será más efectiva cuando los objetivos, proceso y los papeles han sido definidos claramente, de manera que todo el mundo conoce qué esperar del otro.

11. Bibliografía

-       Voluntariado en la Red, www.hacesfalta.org
-       www.voluntariado.net
-       www.tercer-sector.org
-       www.asociaciones.org
-       www.solucionesong.org
-       www.mma.es
                                                                   


                                  


     
 
 
 

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